Si alguna vez has corrido con la mala suerte de no poder completar una diligencia, debido a todas las trabas que el sistema te impone, has sido víctima de lo que se conoce como burocracia. Pues bien, en el mundo de la experiencia del usuario, sucede algo parecido. Es por ello que en este artículo te quiero hablar de la importancia de los clics en los flujos de usuario y el porqué son sagrados.
Respetar el esfuerzo físico y mental de nuestros usuarios
Ya he hablado anteriormente sobre las llamadas microinteracciones. Cuando hablo de clics, no necesariamente me estoy refiriendo al concepto literal de <<presionar el botón primario del ratón>>. Los clics son todas aquellas microinteracciones que el usuario ejecuta durante un flujo. Por ejemplo, cuando necesitas retirar dinero de un cajero automático, introducir la tarjeta o seleccionar una opción mostrada en la pantalla, a todo ello lo llamaremos indistintamente clic.
Teniendo en cuenta lo anterior, al decir que los clics son sagrados, me refiero a que cada acción del usuario en una microinteracción, tiene un valor muy importante. El valor de un clic, implica un esfuerzo físico y mental (por muy pequeño que sea) y que nosotros como diseñadores de software debemos respetar.
La regla es simple: entre más clics tenga un flujo de usuario, más esfuerzo físico y mental el usuario debe hacer. Por lo tanto, si hay más clics, se corre el riesgo de hacer que la experiencia llegue a rozar los límites de lo que llamamos “mala experiencia de usuario”.

Ejemplos cuando no se tratan los clics como sagrados
Uno muy sencillo, y que la mayoría de usuarios que hemos usado Windows ya lo reconocemos fácilmente es el apagado. Apagar Windows, implica realizar 4 clics o 3 en el mejor de los casos.
- Clic en el botón Inicio
- Clic en botón “Inicio/apagado”
- Clic en la opción del menú “Apagar”
- Opcionalmente, Windows te pregunta si quieres cerrar ciertos programas o procesos antes del apagado

Recuerda que las interacciones obvias, hacen referencia a cuando el usuario desea ejecutar algo concreto, buscando un resultado rápido e inmediato. Nuestro deber como diseñadores es hacer que el sistema haga ese algo sin involucrar más operaciones o procesos adicionales. En el ejemplo anterior, si el usuario quiere apagar la computadora, con uno o dos clics, bastaría.
Otro ejemplo, podría ser la experiencia que nos ofrecen las plataformas de Booking, Airbnb y Trivago. Supongamos que queremos visualizar en el mapa de una ciudad, apartamentos completos para dos adultos con un presupuesto determinado. Entonces tenemos las siguientes interacciones.
Booking (9 clics)

- Buscar la ciudad.
- Seleccionar la ciudad.
- Elegir las fechas
- Marcar la opción apartamento entero
- Clic en buscar
- Scroll hacia el filtro del presupuesto
- Clic en Toggle “Configura tu presupuesto”
- Ajustar rango del presupuesto
- Hacer Clic en “Ver Mapa”
AirBnB (10 clics)

- Clic en “En cualquier lugar del mundo”
- Buscar la ciudad
- Seleccionar la ciudad
- Escoger las fechas
- Escoger 2 adultos
- Clic en Buscar
- Clic en Filtros
- Ajustar rango de precios
- Marcar “Alojamiento entero”
- Clic en “Mostrar estadías”
Trivago (7 clics) 👑

- Clic en buscador de ciudad
- Borrar la ciudad (por defecto está prellenado con tu ciudad)
- Buscar la ciudad
- Seleccionar la ciudad
- Escoger fechas
- Definir rango de precio
- Escoger “Casa/apartamento”
Podemos decir entonces que el diseño de Trivago, es mucho más simplificado, porque provee ciertas acciones ya preestablecidas que nos ayudan a agilizar el proceso.
Tips para reducir/optimizar los clics
No se trata de ir quitando de manera arbitraria los clics en el flujo de usuario. De ninguna manera. Debemos tener en cuenta muchos aspectos a la hora de fijarnos en la reducción de dichos clics. Para lograr esto, podemos partir de estos principios:
- La investigación centrada en el usuario
- Las reglas heurísticas
- El uso de la misma tecnología
La investigación centrada en el usuario, es el punto de partida para poder definir todo lo demás en nuestro proceso de diseño. En los ejemplos mencionados anteriormente sobre la búsqueda de alojamientos, podemos previamente analizar cosas como ¿Qué tan frecuente los usuarios buscan apartamentos completos para alojarse? De esta manera podemos decidir si mostramos explícitamente en la interfaz ese filtro o no.
Tampoco se trata de saturar el UI con todas las opciones. Conocer previamente qué cosas son recurrentes para la mayoría de nuestros usuarios objetivo, nos ayudará a reducir los caminos que se deben recorrer para llegar a dichos resultados frecuentes.

De la misma manera, las reglas heurísticas de Nielsen, proponen unos principios clave que nos van a ayudar a respetar el esfuerzo del usuario. Por ejemplo, la regla de <<hacer que nuestro sistema tenga un diseño minimalista>>, no solo se trata de hacer el UI estéticamente más limpio o simple; nos invita a pensar en disponer las acciones necesarias en el momento adecuado de la interfaz y de esa manera respetar el esfuerzo mental.
Por último, y siguiendo con las reglas heurísticas, <<hacer que nuestro sistema coincida con el mundo real>>, nos invita a pensar en cómo los usuarios ejecutarían una tarea, si se tuviera que hacer en el modo análogo. Al mismo tiempo, podemos optimizar esos flujos análogos, haciendo uso de la misma tecnología a nuestro favor. Dicho de otra manera, podemos automatizar ciertos procesos, hacer que el sistema complete ciertos pasos por nosotros o que prediga el siguiente flujo con la información antes suministrada.
¿Cuidas los clics en tus flujos de usuario? ¿Piensas en cómo se podría optimizar el sistema lo máximo posible para respetar el esfuerzo del usuario final? Deja en los comentarios tu opinión.
Imagen de portada: Foto de Annie Spratt en Unsplash